Pedro de Mena (Granada, 1628 – Málaga, 1688) es una de las grandes personalidades de la escultura barroca de los Siglos de Oro. En 1658, se trasladó a Málaga donde recibió el encargo de su obra magna, la sillería coral de la Catedral. Extendida su fama, alzó en la calle de Afligidos su casa-taller donde vivió, trabajó y falleció en 1688.

Entre sus discípulas, destacan sobremanera sus hijas Andrea y Claudia, cuyo padre enseñó a dibujar y a modelar. En 1672, profesaron como monjas en el convento del Císter, donde continuaron su labor escultórica.

Esta ruta recorre los hitos arquitectónicos que atestiguan el desarrollo personal y artístico de esta notable familia de escultores.