El estudio Gallego y Mota Arquitectos, realiza una rehabilitación sobre un edificio construido en 1961, utilizando un lenguaje arquitectónico amplio dentro de lo urbano acercando el edificio a los blancos mediterráneos y a una mayor abstracción elevando el edificio a un plano conceptual.

Con este, se busca la presencia de la arquitectura de forma viva y activa en la vida del ciudadano, además de la metáfora de lazos de unión y fluidez de la naturaleza, por lo que se persiguen diagonales a modo de raíz invertidas. 

Hay una libertad formal regida por geometrías estructurales no lineales unidas a la fusión de transiciones espaciales, generando un ambiente envolvente, reforzado por la diafanidad de las plantas.

“En la oscuridad de la noche, sobre el negro, el color adquiere su resonancia más limpia y el edificio se convierte en urbanidad nocturna.”